Las cosas que lamento, o que me exasperan, son diez: 1. Que las bolsas para libros sean tan fácilmente comidas por la polilla; 2. Que los mosquitos arruinen las noches de verano; 3. Que tenga goteras una terraza de luna; 4. Que se agosten a menudo las hojas de los crisantemos; 5. Que las hojas de los pinos estén llenas de grandes hormigas; 6. Que las hojas de bambú caigan al suelo en grandes cantidades; 7. Que las flores de casia y de loto se mueran fácilmente; 8. Qué la planta de pilo oculte a menudo serpientes; 9. Que tengan espinas las flores en un arriate, y 10. Que a menudo sean ponzoñosas los puercoespines al comerlos.
Es sumamente bonito estar fuera de una ventana y ver que alguien escribe caracteres en el papel de la ventana desde adentro.
Debería ser uno la hsüan (hemerocalis flava, una planta que se llama "olvida-pesar") entre las flores, y no el cuclillo (que tiene fama de derramar lágrimas de sangre que se convierten en azaleas) entre las aves.
Nacer en épocas de paz en una región de colinas y lagos cuando el magistrado es justo y recto, y vivir en una familia de medios acomodados, casarse con una esposa comprensiva y tener hijos inteligentes: esto es lo que llamo una vida perfecta.
Tener montañas y valles en el pecho nos permite vivir en la ciudad como en un bosque de la montana, y ser devotos de las nubes transforma el Continente Meridional en una isla de hadas.
Sentarse a solas en una noche calma… invitar a la luna y contarle nuestra pena; estar a solas en una buena noche… y llamar a los insectos y decirles nuestros pesares.
Quien vive en la ciudad debe considerar las pinturas como su panorama, los escenarios en miniatura y en una maceta como su jardín, y los libros como sus amigos.
Pedir a un sabio famoso que enseñe a nuestros hijos, ir a una montaña famosa y aprender el arte de escribir ensayos para un examen, y pedir a un escritor famoso que sea nuestro huésped literario: estas tres cosas son totalmente malas.
El monje no necesita abstenerse del vino, sí sólo de la vulgaridad; una enagua roja no necesita comprender literatura, sólo lo que es artísticamente interesante.
Si nos incomoda la llegada de los cobradores de impuestos, debemos pagar temprano los impuestos a la tierra; si nos place hablar de budismo con los monjes, no podemos menos que hacer contribuciones a los templos de vez en cuando.
Es fácil olvidar todo, excepto el pensamiento de la fama; es fácil hacerse indiferente a todo, salvo a tres copas de vino.
El vino puede tomar el lugar del té, pero el té no puede ocupar el lugar del vino; los poemas pueden ocupar el lugar de la prosa, pero la prosa no puede tomar el lugar de los poemas; los poemas dramáticos Yüan pueden ocupar el lugar de los versos Sung, pero los versos Sung no pueden ocupar el lugar de los poemas dramáticos Yüan; la luna puede ocupar el lugar de las lámparas, pero las lámparas no pueden ocupar el lugar de la luna; la pluma puede ocupar el lugar de la boca, pero la boca no puede ocupar el lugar de la pluma; una doncella puede ocupar el lugar de un sirviente, pero un sirviente no puede ocupar el lugar de una doncella.
Un poco de injusticia en el pecho se puede ahogar con vino; pero una gran injusticia en el mundo sólo se puede ahogar con la espada.
El jardín privado de un hombre ocupado debe estar junto a su casa; pero un hombre de holganza puede tener su jardín privado a gran distancia de su casa.
Hay personas que tienen ante sí los placeres de un recluso de la montaña y no saben cómo gozarlos: pescadores, leñadores, granjeros, jardineros y monjes; hay personas que tienen ante sí los placeres de jardines, pabellones y concubinas y no saben cómo gozarlos: ricos mercaderes y altos funcionarios.
Es fácil soportar un dolor, pero difícil soportar una picazón; es fácil sobrellevar un sabor amargo, pero difícil aguantar un sabor agrio. ( [53])
Es cierto que el tintero de un hombre de holganza debe ser exquisito, pero debe ser igualmente exquisito el tintero de un hombre ocupado; es cierto que debe ser bonita la concubina para el placer, pero también debe ser bonita la concubina para la continuación de la línea familiar.
La cigüeña da al hombre el modo romántico, el caballo da al hombre el modo heroico, la orquídea da al hombre el modo del recluso y el pino da al hombre el modo grandioso de los antiguos.
Quiero dar un día un gran baile nudista, primero para propiciar los espíritus de los hombres de talento de todas las épocas, y segundo para propiciar los espíritus de las mujeres hermosas de todas las épocas. Cuando encuentre un monje verdaderamente elevado ( [54]) voy a dar este baile y le invitaré a que lo presida.
Va contra la voluntad de Dios comer de prisa alimentos delicados, pasar con premura junto a vistas gloriosas, expresar superficialmente sentimientos profundos, transcurrir un día hermoso lleno de comida y bebida y gozar de la riqueza lleno de lujos.
CAPITULO XI EL GOCE DE VIAJAR
I. DE ANDAR POR AHÍ Y VER COSAS
Viajar solía ser un placer; ahora se ha convertido en industria. No hay duda que existen hoy mayores comodidades para viajar que hace cien años, y que los gobiernos con sus oficinas oficiales de viajes han explotado el comercio de los turistas, con el resultado de que el hombre moderno viaja, en general, más que su abuelo. No obstante, viajar parece haberse convertido en un arte perdido. A fin de comprender el arte de viajar es preciso conocer primero los diferentes tipos de falsos viajes, que no son viajes.
El primer tipo de viaje falso es el de viajar para mejorar la educación. Se ha exagerado indudablemente esto de viajar para mejorar la educación. Dudo mucho que se pueda mejorar tan fácilmente el espíritu de cada uno. Por lo menos, hay muy pocas muestras de esa mejora, en los centros sociales y las conferencias. Pero si solemos ser tan serios para dedicarnos a mejorar el espíritu, al menos durante unas vacaciones deberíamos dejar que quedara ociosa la mente, deberíamos darle esas vacaciones. Esta falsa idea de viajar ha dado origen a la institución de los guías de turismo, la especie más intolerable y parlanchina de entrometidos que se puede imaginar.
No se puede pasar por una plaza o frente a una estatua de bronce sin que uno de esos entrometidos recuerde de viva voz que Fulano nació el 23 de abril de 1792 y murió el 2 de diciembre de 1852. He visto hermanas de un convento que escoltaban a sus alumnas a un cementerio, y cuando todo el grupo se detenía ante una tumba, leían de un libro la fecha del difunto, la edad a que se casó, el nombre y apellido de su esposa, y tantas tonterías llenas de cultura que, estoy seguro, dieron al traste con el placer del viaje para todas las niñas. Y también los grandes se convierten en grupos de escolares a quienes el guía vocifera una lección; y cuando los viajeros son de tipo más estudioso toman notas, muy asiduamente, como buenos alumnos. Los turistas chinos sufren como los turistas norteamericanos en Radio City, con la diferencia de que los guías chinos no son profesionales, sino vendedores de frutas, conductores de asnos y mozos campesinos, cuyas informaciones resultan menos correctas, aunque sus personalidades sean más vivas. Después de visitar la Colina de Huch'iu, en Soochow, un día volví con una terrible confusión de fechas y consecuencias históricas, porque el pasmoso puente suspendido quince metros sobre el Estanque de la Espada, con dos orificios redondos en las losas de piedra del puente por los cuales voló una espada convertida en dragón, resultaba ser, según el vendedor de naranjas que me acompañaba, el lugar donde la antigua belleza Hsishih atendía a su tocado matinal. (El "tocador" de Hsishih estaba en realidad a unos quince kilómetros de aquel lugar.) Todo lo que quería el mozo era venderme unas naranjas. Pero yo tuve una oportunidad de ver cómo se cambia y modifica y metamorfosea el folklore.