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Transparente Santa Librada que ya te creías desposada con Jesucristo la señora Consuelo mandó hervir una lata de agua, mandó planchar las sábanas para que el calor destruyera los microbios, mandó cerrar las puertas y tapiar los resquicios de los postigos, la señora Consuelo no quiere luz exterior, no quiere aire serenado cuando golpea los aldabones Lucio tu padre, gobernador pagano, ojos de selva alevosa, entrañas de reptil, y ordena a sus nueve hijas profanar la blancura de la hostia, ellas prefieren morir entre tormentos, y así suben al cielo tus ocho hermanas, monjitas de cristal y maíz tierno, los serafines las reciben con himnos que huelen a violeta. Ahora Madre ha llegado en su camilla rodante a un largo salón, hay seis mujeres acostadas en camas de colchonetas verdes, son seis caras crispadas por el sufrimiento, una mulata de rasgos cansados puja en silencio los anuncios de su cuarto hijo, las otras cinco gritan sin cortapisas, la italiana sobre todo, Mamma mía, Dio mío, Non ne posso piú, Non ce la faccio piú, la vecina que le tocó a Madre es mucho más prosaica, Cono, Qué vaina tan grande, y se afierra pálida a los listones de la cama. Y ahora Mami se enrumba sobre aceitadas ruedas hacia la sala de partos, su marido el ingeniero Argimiro Peralta Heredia la despide y la reconforta con una elegante sonrisa, Este y no más, piensa Mami, Los hombres deberían pasar por esto para que sepan lo que es bueno, piensa Mami, lleva puesta una preciosa dormilona rosada, Virgen María por los dolores de tu parto ayúdame en este trance, dice Mami en alta voz al cruzar su camilla el umbral del quirófano, el doctor Carvajal la está esperando de bata impecable y guantes de goma blancos.

A ti Sarita Librada, porque eras la más linda reza la señora Consuelo, la señora Consuelo ha colocado a Mamá atravesada en la cama, antes puso tablas y periódicos debajo del colchón, Mamá está con las rodillas curvadas y las piernas abiertas, la señora Consuelo le lavó la región con jabón de Castilla, la señora Consuelo reza y espera pacientemente, rezar y esperar es la función de las verdaderas comadronas manojito de dulzuras, en vez de concederte saludable muerte te quieren desposar con el Rey de Sicilia que escarnece con vino y carcajadas tu voto de castidad, y tú, doncella impenetrable, caes de rodillas sobre los guijarros para rogar con las manos juntas: Jesús, esposo mío, que me nazcan barbas en el mentón, que me broten bigotes sobre los labios, que se ennegrezcan greñas caballunas entre las palomas de mis pechos, que vellos de labriego enluten mis pantorrillas, para que el Rey de Sicilia me rechace, para que sus violentos órganos no pongan en peligro mi virginidad. En cuanto a Madre, ya está trepada a la mesa de partos, el estudiante y la enfermera la ayudaron a meter las corvas en dos medios cilindros de metal, la vulva y sus contornos quedaron iluminados por una lámpara de luz sin sombra que cuelga del techo, cada vez que le vienen los dolores Madre se agarra tensa de dos asas que están al alcance de sus manos, la enfermera la pinta de mercurio cromo con un pincel hecho de algodones, Madre curva los pies y los afinca en un pedal de hierro que sobresale allá abajo, Ya está completa, dijo el bachiller después del último tacto, entonces la trajeron. Y en cuanto a Mami, se encuentra en posición idéntica a la de Madre, las piernas abiertas y la vulva iluminada, aunque el campo operatorio sea más amplio y las sábanas de calidad más fina, el doctor Carvajal se mueve con pausada desenvoltura, a Mami se le encalambran las piernas, Sóbemelas por favor Domitila, dice Mami, a Mami le arrecian los dolores, Se me están acabando las fuerzas doctor, dice Mami, después cae el niño en el canal vaginal, Póngame fórceps Carvajal, lo que sea, no aguanto más, grita Mami por primera vez ha perdido Mami la serenidad, el doctor Carvajal sonríe seguro de sí mismo y de las leyes naturales, sonríe debajo de su tapaboca de gasa.

Y cuando el Señor escuchó tu plegaria reza la señora Consuelo y abandona su rincón, llegó el momento preciso de abandonar el rincón, Puja sin miedo, dice la señora Consuelo a Mamá, las pasitas de negro han comenzado a asomar por entre sangre y aguas densas, un extraño olor inunda el cuarto, un olor no fétido pero sí pesado y hostil, los hombros del feto rotan por sí solos en busca de la salida, y la señora Consuelo se limita a rezar y a recibir el niño y te crecieron milagrosamente cerdas por todas partes, azucena convertida en puercoespín, y el Rey de Sicilia huyó a revienta cinchas desde Oporto hasta Palermo, tu padre incitó a sus sicarios a clavarte en un Uño. Y sucede que el bachiller de quinto año se adelanta decidido hacía Madre, Puje señora, puje, dice el bachiller, la enfermera también dice Puje, Madre puja con todas sus fuerzas, el bachiller coopera con la cabeza del feto en su movimiento de rotación, ya tiene los pies del niño en alto como las orejas del conejo en manos de un prestidigitador, aplica las pinzas al cordón, recibe las tijeras de manos de la enfermera, es varón, dice la enfermera, ¿Qué nombre le va a poner?, dice la enfermera, Victorino, hoy es San Victorino, responde Madre sin mucha convicción. Y sucede que también el doctor Carvajal ha alzado el niño de Mami como un conejo de circo, y que también Mami ha pujado esforzadamente, el doctor Carvajal corta el cordón de un tajo preciso, Es un machito, dice el doctor Carvajal y se lo entrega a Domitila, el nombre se lo pondrá más tarde doña Adelaida, Un machito muy completo, dice la enfermera, Que lo vistan de azul a mi amorcito lindo, dice Mami más serena que nunca.

A ti Santa Librada la señora Consuelo unta de alcohol el cuerpo del niño, le da un par de nalgadas en provocación de resuello y de llanto, extiende una cataplasma sobre el ombligo recién cortado, polvo blanquito que seca y bastante licopodio, lo envuelve como tabaco, lo coloca en un cajoncito que fue de jabón Las Llaves, Ya está chillando el vagabundo, dice Mamá agonizante rosa en las alturas de un madero, a ti peluda Santa Librada de terso vientre femenino que no supo de goces ni de fecundaciones, patrona de los dolores de mujer porque ninguna ha sufrido bajo los rigores del universo lo que tú padeciste sobre la aspas del suplicio, socorro te mendigo en este trance para que las Potencias me permitan salvar al hijo de mócemelo y a la madre de fiebres,, tal como Santa Sila, comadrona como yo, cristiana como;yo, salvó en tropilla a ti y tus ocho hermanas, amén. Madre por su parte se ha quedado pensativa, Madre desencuadernada todavía en su cama mecánica, a Victorino lo condujo la enfermera hasta una larga mesa ya habitada por otros recién nacidos, la enfermera lo frota con alcohol y parafina para desleír la grasa rosada que lo cubre, le arrolla a la muñeca una tira de adhesivo con el nombre de Madre escrito en tinta china, hace la cura del cordón, le toma la impronta de las páticas, lo mide desde el occipucio hasta la planta del pie, le vierte una solución de nitrato de plata en los ojos, lo envuelve en sabanitas blancas, lo acomoda finalmente en una cuna rectangular en compañía de otro niño que nació hace quince minutos, es el hijo de la italiana, llora teatralmente como su madre, Victorino gesticula muy serio tendido junto a él. Y Mami, por su parte, ha pedido su niño para verlo, es rubio y pesa tres kilos con doscientos gramos, el doctor Carvajal le examina los ojos, le examina los dedos de las manos y de los pies, le examina el culito y la paloma, Está perfecto, dice el doctor Carvajal, le estimula los movimientos respiratorios, Domitila se ocupa de curarle el ombligo, Mami regresa sobre ruedas triunfales a su habitación, el ingeniero Argimiro Peralta Heredia no cabe en sí de orgullo, desde que supo que era varón no cabe en sí de orgullo, a la media hora comienzan a llegar los ramos de flores, se llama Victorino, dice Doña Adelaida.

Hoy es 8 noviembre de 1948, domingo por cierto. La ciudad otea anhelosamente la llegada de la carrera de automóviles Buenos Aires Caracas, millares de cabezas hormiguean en las avenidas de las afueras.

LAS TROPAS COMUNISTAS CHINAS HAN OCUPADO MANCHURIA

y se encuentran a menos de 200 millas de la capital de Chiank Kai Shek, caerá también Nanking, en la atmósfera financiera se palpa el desenlace inminente de esta guerra, los comerciantes norteamericanos han comenzado a clausurar sus negocios en Peiping. Se otorgan los premios Nobel correspondientes a 1948, el de Literatura lo recibe el poeta T.S. Elliot, ya era tiempo, History may be servitude, History may be freedom, y el de Medicina le toca al sabio suizo Paul Mueller, descubridor del DDT, Herodes de los mosquitos, Atila del paludismo, auténtico rehabilitador de este país.

CINCUENTA MILLONES DE DOLARES

prestará el Export Import Bank de Washington al gobierno venezolano

PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA AVENIDA BOLÍVAR

¡qué gente tan generosa! A lo largo de trece etapas ha venido punteando la carrera Osear Galves el Aguilucho, se da por un hecho consumado su victoria, tan sólo le falta la entrada gloriosa en Caracas, le lleva una delantera irrevocable a su más inmediato perseguidor. Los políticos profesionales no concluyen de digerir su sorpresa ante el triunfo de Harry Truman sobre Thomas Dewey en las elecciones presidenciales gringas, la prensa entera se jugaba la cabeza en la papeleta de Dewey, las encuestas de míster Gallup vaticinaban para Dewey una ventaja kilométrica, sin embargo

GANO TRUMAN,

¿por qué ganó Truman? A un ingeniero francés lo detienen en la Plaza Bolívar vestido de mujer, no olvidó las pantaletas ni el sostén, al interrogatorio policial respondió: "Lo hice por variar. ¡Toda la vida llevando pantalones! ¿Es aburrido, verdad?". Circulan broncos rumores,

UNA CONSPIRACIÓN MILITAR DERROCARA

AL PRESIDENTE GALLEGOS,

comprometido el Ministro de la Defensa, comprometido íntegro el Estado Mayor, el Agregado Militar de la Embajada de los Estados Unidos (coronel Adams) hace visitas amistosas en sus cuarteles a los oficiales conjurados (Mister Danger, Pernalete, Miujiquita, personajes de revólver en busca de su autor). Se anuncia la llegada de Waldo Frank, viene a escribir un libro sobre el pueblo venezolano enfocado a través de la imagen de Bolívar, ¿tendrá tiempo? El caballo Académico, Hijo de Sind, gana en Buenos Aires el clásico Carlos Pellegrini, montado por Irineo Leguisamo, ¡Leguisamo solo!, de las que te pierdes Gardel.

EL MARISCAL TIMOSHENKO PRONUNCIO AYER UN DISCURSO

conmemorativo del aniversario de la revolución rusa, dijo: "Las fuerzas de la paz no permitirán jamás una nueva guerra". A los toros de un rebaño de la raza Hereford (se hallaban a muchas millas de distancia y protegidos por altas montañas durante una explosión atómica de prueba realizada hace más de tres años, exactamente en julio de 1945) se les puso blanco el pelo, se les cayó después como flores marchitas, les volvió a salir en islotes irregulares, a muchos les brotaron úlceras en el lomo, se sospecha que han contraído el cáncer, el proceso es observado por catalejo desde los aviones.