A Prudencia sin embargo incluso le molesta, a ella le gustaría que su marido la admirara por algo. Y digo yo, es la mujer la que debe admirar al marido, y hacerle ver que le admira, para que pueda sentirse importante, superior. Prudencia no se da cuenta de que si el hombre admira a la mujer es mala cosa, porque entonces se compara con ella y hasta puede llegar a envidiarla. Se les baja la moral.

Es imposible subirle a un hombre la moral cuando se le ha bajado.