Dicen que el chocolate crea adicción, como el tabaco o el alcohol. Y no me extrañaría nada. Todas mis amigas comen chocolate por la noche antes de irse a la cama. También Prudencia. Y yo. En una ocasión me comí una tableta entera. Era la primera vez que me apetecía hacer el amor por la noche, poco tiempo después de la muerte de mi suegro, cuando ya no dormíamos la siesta. Me insinué, pero él tenía mucho sueño y se quedó dormido el pobre. Yo intenté dormirme también, pero tenía un hambre espantosa, así que me levanté, me fui a la cocina y me comí lo primero que pillé, una tableta de chocolate que me supo a gloria.

Desde entonces me tomo un poco antes de irme a dormir, porque no puedo conciliar el sueño. Le pregunto a mi marido si quiere un poquito, pero siempre me dice que no. Debe de ser cosa de mujeres lo del chocolate.