Изменить стиль страницы

Su padre era carne de presidio. Allí, al menos, no haría daño a nadie. No podría arruinar más vidas.

Con este último pensamiento aceptó entregar a su padre a la policía.

Frank se sintió culpable cuando salieron del restaurante. No había sido sincero con Kate Whitney. De hecho, le había mentido con todo descaro sobre la parte más crítica del caso, aparte de no saber dónde estaba Luther Whitney. No se sentía muy bien consigo mismo. A veces la policía tenía que mentir como todo el mundo. Sin embargo, no por esto le resultaba fácil de tragar, sobre todo si tenía en cuenta que Kate era una persona que le merecía todo su respeto y por la que ahora sentía una profunda compasión.