Divorciada_I: Y estás celosa.

Amapola: No, no lo estoy.

Divorciada_I: Claro que lo estás. Lo noto en tu tono de voz.

Amapola: No puedes oírme. ¡Nos estamos escribiendo!

FlorSilvestre: Lo que quiere decir es que lo percibe y debo reconocer que estoy de acuerdo con ella.

Insegura: Pero, seguramente, si habéis sido amigos desde que teníais seis años y ahora tienes treinta y dos, los dos habéis estado casados y ahora vivís con otras personas en países distintos. Lo que no haya pasado a estas alturas ya no pasará nunca.

FlorSilvestre: Eh, Insegura, no seas tan pesimista. Las almas gemelas tienen el don de encontrar el camino que las une.

DamaSoIitaria: ¿Eso significa que Tommy volverá conmigo?

FlorSilvestre: No.

SOLTEROSAM se ha conectado.

Divorciada_I: ¡Sam!

FlorSilvestre: ¡Vaya! ¡Sam!

DamaSolitaria: Hola, Sam, bienvenido. ¿Cómo estás?

Insegura: Hola, Sam.

SolteroSam: Hola, señoras, me alegra ver que estáis todas aquí esta noche.

Divorciada_I: Sam, te presento a Amapola. Tiene treinta y dos años, una hija de trece y su marido la engañaba. Cielo, te presento a Sam, tiene cuarenta y cuatro, dos hijas y su ex mujer es lesbiana.

SolteroSam: Encantado de conocerte, Amapola.

Amapola: Lo mismo digo, Sam.

Insegura: ¿Qué te cuentas, Sam? ¿Estás triste o contento hoy?

SolteroSam: Oh, hoy he tenido un mal día.

FlorSilvestre: ¡Por favor! Se supone que esto es el chat de los Alegres Dublineses Divorciados, no el de los Dublineses Divorciados Deprimidos. Me voy a la cama.

Amapola: Más vale que haga lo mismo. Ha sido un placer conoceros a todos.

Divorciada_I: Nos vemos mañana a la misma hora, Amapola.

Insegura: Voy a acostar a los crios.

DamaSolitaria: Me parece que veré el vídeo de la boda otra vez antes de acostarme.

AMAPOLA se ha desconectado.

DAMASOLITARIA se ha desconectado.

INSEGURA se ha desconectado.

FLORSILVESTRE se ha desconectado.

Divorciada_I: Bueno, Sam, parece que sólo quedamos tú y yo. Tú pon la música y yo encenderé las velas.

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De: Stephanie

Para: Rosie

Asunto: ¡La señorita Casey!

¡No me puedo creer que vayas a trabajar para la señorita Casey! Mamá me lo contó por teléfono y le entró tal ataque de risa que casi no la entendí. ¡Dice que no sabe qué van a hacer ella y papá cuando, estando en Australia, reciban una carta de la señorita Casey citándolos el lunes a primera hora de la mañana para hablar de tu mala conducta en el trabajo!

¿Qué te ha llevado a coger este empleo? ¿Te has vuelto loca? Yo nunca tuve problemas con esa mujer, pero me consta que a ti te sacaba de quicio cuando eras niña y luego tres cuartos de lo mismo cuando Katie la tuvo de maestra. ¿Qué piensa Alex de todo esto? ¡Seguro que tiene una opinión muy interesante al respecto!

Querida Stephanie:

Bueno, por supuesto, tú nunca tuviste un problema con la señorita Casey porque ¡eras Doña Santita! ¡Estaba encantada con tu caligrafía inmaculada, tus deberes siempre puntuales y correctos, tu uniforme limpio y tus modales!

Debo de estar como una cabra por haber cogido este trabajo, pero, si quieres saber la verdad, es con mucho el mejor, tanto por el horario como por el salario. Es de lunes a viernes de 9 a 15.30, cosa que me parece fantástica después de haber trabajado todo el día y los fines de semana en mi último empleo. Está justo al lado de la escuela secundaria de Katie, de manera que podremos coger juntas el autobús cada día. Queda a pocos minutos del piso, lo cual me viene de perlas porque podré ir a comer a casa cada día. Con todas las demás complicaciones que tengo en mi vida, estos pequeños detalles me ayudarán un montón. En realidad no tengo intención de trabajar ahí durante mucho tiempo, sólo hasta que encuentre un empleo en la industria hotelera.

Pero la razón principal que me ha llevado a coger este trabajo es que no tengo alternativa. Me queda una semana más en el purgatorio (el piso de Brian) antes de que pueda mudarme a mi piso de alquiler, que es un vertedero. Voy a necesitar todo el dinero que pueda conseguir para ponerlo en condiciones y hacer que parezca un hogar. Dios sabe bien que Katie ya ha tenido demasiados. Cuando la Cadena de Hoteles Rosie Dunne compre Hoteles Hilton, entonces podré despreocuparme del dinero.

Mira que le han pasado cosas raras a Katie a lo largo de los años, pero ninguna ha sido tan estrafalaria como que su madre y su padre vivan en la misma casa como extraños. Lo que para muchos niños es un estilo de vida, en el caso de Katie se convierte en algo tronchante. En realidad no es que Brian y yo nos caigamos mal, es sólo que no sabemos absolutamente nada el uno del otro. Somos dos perfectos desconocidos que estuvimos juntos una vez (y sólo unos minutos, te lo aseguro), en un momento que apenas recuerdo, para hacer la cosa más increíble del mundo. ¿Cómo es posible que dos idiotas como nosotros creáramos algo tan fantástico como Katie? Cuando Katie llega a casa del colegio y larga uno de sus discursos al estilo de los cómicos de escenario para contar cómo le ha ido el día la miro, miro a Brian y pienso cómo es posible que de él, mezclado conmigo, se la haya obtenido a ella.

Puesto que ni Brian ni yo trabajamos procuro pasar tan poco tiempo como puedo aquí. Paseo por Henry Street la mayor parte del día para no tropezarme con él. Cuando estoy en el piso me quedo en mi habitación o me encierro en la despensa y mando e-mails como una loca. Lo normal sería que compartiéramos alguna clase de vínculo o amistad o que tuviéramos algún tipo de relación. Pero somos dos perfectos desconocidos.

Todavía estoy enfadada con él, pero el de ahora es otra clase de enfado. Antes estaba enfada porque me había abandonado. Yo tenía que hacerlo todo. Mi vida social se había ido al traste, me gastaba todo mi dinero y no encontraba trabajo. Pero ahora, cuando lo veo bromear con Katie, pienso que ha sido una pena. Eso es lo único que tenía que hacer mientras Katie crecía, estar pendiente de ella, y ella le habría aceptado, tal como hacen los niños, sin importarle cómo fuera. Ahora estoy enfadada con él por no haberse ocupado de ella. Por fin me he desprendido de esa parte egoísta de mí.

Una vez más no sé hacia dónde voy, Steph. Parece como si cada tantos años tuviera que apartar a paladas los trozos de mi vida para volver a empezar de cero. Haga lo que haga y por más que me esfuerce no consigo alcanzar las vertiginosas alturas de la felicidad, el éxito y la seguridad como hace tanta gente. Y no me refiero a hacerme millonaria y a vivir feliz comiendo perdices. Me refiero a llegar a un punto en la vida en que pueda pararme, echar un vistazo a mi alrededor, suspirar con alivio y pensar: «Ahora estoy donde quería estar».

Me falta algo, ¿sabes? Es la «chispa» especial que se supone que te da la vida. Tengo el trabajo, la hija, la familia, el apartamento y los amigos, pero he perdido la chispa.

Y como respuesta a tu pregunta sobre Alex, no sé lo que piensa de mi nuevo trabajo porque hace mucho tiempo que no sé nada de él. Está tan ocupado salvando vidas más valiosas y asistiendo a funciones benéficas que no puedo contar con que se ponga en contacto con una amiga como yo. Está demasiado ocupado repescando «viejas» amigas. Putillas, para más señas.

Capítulo 36

Bon voyage!

Os añoraré como una loca. ¡Nada será lo mismo sin vosotros, pero espero que lo paséis de fábula!

Besos,

Rosie

Para la abuela y el abuelo

Pasadlo bien, enviad un millón de postales.

Besos,

Katie (vuestra nieta favorita)

Tiene un mensaje instantáneo de: ALEX

Alex: Hola.

Rosie: Vaya, pero si resulta que sigue vivo. ¿Dónde has estado todas estas semanas?

Alex: Escondiéndome.

Rosie: ¿De quién?

Alex: De ti.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque estoy saliendo con Bethany otra vez y me daba miedo decírtelo porque la odias apasionadamente, y entonces te enteraste por ella, lo cual no hizo más que empeorar las cosas. Así que me he estado escondiendo de ti.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque pensaba que vendrías y me matarías.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque eres mi amiga íntima sobreprotectora y siempre has odiado a mis novias (y a mi esposa) y yo siempre he odiado a tus novios (y a tu marido).

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Bueno, para empezar porque tuvo una aventura…

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque era un imbécil de remate y no sabía la suerte que tenía. Pero no hablemos más de él porque se ha marchado y no volverá nunca.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque le di un susto de muerte.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque soy tu amigo íntimo y me preocupo por ti.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque no tengo nada mejor que hacer.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque así es como han ido las cosas en mi vida por desgracia. Todo lo que pasaba hacía que me preocupara por ti y los tuyos. En fin, es genial que ya no tenga que seguir escondiéndome.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque me he disculpado.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque estoy harto de no saber de ti y te echo de menos.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque (y esto lo digo apretando mucho los dientes) Tú Eres Mi Mejor Amiga, pero te advierto que no pienso escuchar ningún comentario malicioso sobre ella esta vez.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque me gusta mucho, Rosie, y me hace feliz. Me vuelvo a sentir como el chaval que trabajaba en la oficina de mi padre. Y además pienso que si no te hubieses emborrachado tanto el día en que cumpliste dieciséis años y no hubiesen tenido que hacerte un lavado de estómago, nunca nos habrían pillado, no nos habrían expulsado y no me habrían castigado tan duramente obligándome a archivar hasta el último papel de la oficina de mi padre, donde, debo añadir, nunca habría conocido a Bethany. ¡Así que todo ha sido por tu culpa, querida amiga!

Rosie: ¡OH! ¿¿¿POR QUÉÉÉÉÉÉ??? ¿Por qué, Dios mío?

Alex: Ja, ja. Tengo que dejarte porque dentro de unas horas me toca operar.

Rosie: ¿Por qué?

Alex: Porque resulta que soy cirujano cardiovascular y hay un pobre hombre, que se llama señor Jackson, si realmente te interesa saberlo, que necesita una intervención en la válvula aórtica.

Rosie: ¿Por qué?