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CAPITULO XXVII

MUERTE DE GURU NANAK

La hora de su partida había llegado y su misión tocaba a su fin.

El Baba llegó a la orilla del Tío Paví; depositó 5 paisas en la mano de su sucesor Guru Angada y se postró a sus pies.

Todos sus devotos se habían enterado de su próxima partida y acudieron en masa al lugar.

Guru Angada, con sus manos unidas, permanecía ante Nanak y éste, adivinando sus pensamientos, le dijo:

– Cualquier cosa que me pidas te será concedida.

– Oh Rey -suplicó Guru Angada-, si te place, permite que todos tus devotos descarriados vuelvan de nuevo.

Y el Baba contestó:

– Por tu amor todos son perdonados.

Luego Nanak se sentó bajo un árbol de Sarih. Y todos sus familiares y amigos le rodearon y comenzaron a llorar. Los músicos entonaron canciones de despedida y el Baba cayó en un trance.

Los hindúes y musulmanes devotos del Nombre disputaban entre sí quién se quedaría con el cuerpo del Baba y éste les dijo:

– Colocad flores a ambos lados de mi cuerpo, los hindúes en el lado derecho y los musulmanes en el izquierdo. Quienes tengan sus flores sin marchitar podrán llevarse mi cuerpo.

Diciendo esto se echó a dormir, y su cuerpo fue cubierto con una sábana.

Cuando al día siguiente la levantaron, el Baba había desaparecido y las flores de ambos lados seguían frescas. Cada uno de ellos tomaron las suyas y todos los discípulos cayeron a tierra.

En el año Samvat 1595, el décimo día de la mitad luminosa del mes de Asú, Baba Nanak fue absorbido en el Señor en Kartarpur.

PARTE III POEMAS

POEMAS DE LAS ESTACIONES

(BARA MAH)

CHET (marzo-abril)

Es el mes de Chet, el mes de la primavera,
cuando las abejas zumban tras la miel
y los árboles muestran sus flores.
Pero hay una pena en mi corazón,
pues el Señor, mi Maestro, no está junto a mí.
Si el esposo no vuelve al hogar,
¿cómo podrá la esposa hallar alivio a su dolor?
El pájaro canta en el bosque de mangos
y las abejas revolotean sobre los capullos en flor;
pero el dolor de la separación hiere mi cuerpo.
¿Cómo disiparé el sufrimiento
y hallaré la paz bendita?
Oh Nanak,
sólo cuando el Señor regrese a su lado,
llegará la primavera perfecta a la esposa.

VAISAKHI (abril-mayo)

Hermoso Vaisakhi,
cuando los arbustos se visten de nuevo
y la esposa espera la vuelta de su Señor.
Mi amor,
sólo contigo puedo cruzar
las turbulentas aguas de la ilusión.
Ten compasión de mí y vuelve a mi lado,
pues sin ti no poseo ningún valor.
Mírame con agrado
y deja que nuestros ojos se encuentren:
sólo entonces será saciado mi anhelo.
Oh Nanak,
¿dónde buscaste al Señor?
¿A quién esperaste?
No tienes que ir lejos,
pues el Señor está dentro de ti:
en tu cuerpo está su morada.
Si tu corazón anhela al Señor,
El te amará
y Vaisakhi será hermoso.

JETH (mayo-junio)

¿Por qué olvidar al amado Señor
en el buen mes de Jeth?
Cuando la tierra resplandece con el calor del sol,
la esposa rinde obediencia y reza.
Oh Señor, déjame alcanzar el favor de tus ojos,
pues sólo Tú eres verdadero, libre de todo deseo:
¿Cómo podré acercarme a ti
y encontrar la paz perfecta?
Oh Nanak,
en el mes de Jeth
la que conoció al Señor se volvió como El,
le pudo conocer
caminando en la senda de la virtud.

ASADH (junio-julio)

En Asadh el sol abrasa los cielos
y la tierra arde como un horno.
Las aguas entregan sus vapores al calor implacable;
así el país no deja de cumplir su destino.
El carruaje del sol
se alza en las cumbres de las montañas;
el cicada canta en el claro del bosque
mientras las sombras ocupan la tierra.
Mi Amado es como la brisa del atardecer;
mi vida y su fin
dependen de la voluntad del Señor.
Oh Nanak,
a El entrego mi alma.

SAVAN (julio-agosto)

¡Alégrate, corazón!
Es Savan,
la estación de los nimbos y las lluvias.
Mi cuerpo y mi alma suspiran por el Señor;
si no vuelve pronto,
me moriré anhelando su regreso.
El relámpago despierta el temor en mi corazón
y la tristeza inunda mi cuerpo.
Sin ti me hallo en el umbral de la muerte;
no tengo hambre ni sueño,
ni siquiera puedo soportar las prendas de mi cuerpo.
Oh Nanak,
la verdadera esposa
es aquella que se pierde en su Señor.

BHADON (agosto-setiembre)

En el mes de Bhadon
me perdí en un laberinto de la falsedad y derroché mi
juventud.
El río y la tierra forman una infinita extensión de agua:
es el monzón de la estación de la diversión.
Llueve sin cesar y las noches son oscuras;
¿Qué consuelo hay para la esposa abandonada?
Los pavos reales chillan y el cuco canta
mientras las serpientes almacenan su veneno.
En la plenitud del éxtasis, los mares han saltado sus límites.
En medio de tanta alegría
mi alma se consume porque no encuentra al Señor.
Sólo El puede saciar mi anhelo y devolver el gozo a mi
corazón.

ASAN (setiembre-octubre)

Oh Maestro,
ven a mí en el mes del Asan,
la agonía de tu ausencia consume mi alma.
Si el Señor quiere, le encontraré;
si no, yaceré perdida en un pozo sin fin.
Me alejé por caminos de falsedad
y el Maestro me perdonó.
Los años han engrisecido mi cabello,
atrás he dejado muchos inviernos,
pero las llamas de la ilusión todavía crepitan ante mí.
¿Adónde iré?
La rama permaneció siempre lozana,
pues en su interior la savia se mecía día y noche.
Si el Nombre del Señor corre por tus venas,
la vida y la esperanza no morirán jamás.
Así lo dicen las gentes:
la comida a fuego lento se prepara mejor.
Asan, mi Señor,
es la época de las citas,
y hemos esperado demasiado tiempo.