Agradecimientos
Nunca había entendido cabalmente lo que implicaba el proceso de publicación de un libro. Pensaba que un escritor lo escribía, que un editor lo editaba y corregía y una editorial lo publicaba. Hay un sinfín de editores, correctores, diseñadores, publicistas, docenas de personas muy comprometidas con su trabajo que merecen un reconocimiento por su gran labor.
A todos los que intervinieron en la producción de este libro en Ballantine, les agradezco por facilitar al máximo este proceso. Agradezco especialmente a Gina Centrello y Linda Marron, por su entusiasmo; a Charlotte Herscher por estimularme a investigar en profundidad, y a Dana Isaacson por sus excelentes consejos en temas relacionados con el desequilibrio mental.
Wally Lind y Rick Litts, escritores de novelas policiacas, me proporcionaron una ayuda inestimable, y compartieron conmigo sus experiencias, sus conocimientos y su tiempo, sobre todo en lo relativo al sistema penitenciario. Si he cometido errores técnicos, seguro que no es culpa de ellos.
Trisha, tú creíste en mí desde el principio. Gracias por ser una verdadera amiga.
Jan, Sharon y Amy, gracias por ser mis primeras lectoras. De no ser por vosotras, jamás habría acabado este libro.
A Karin, Edie, Barbara, Michelle, Kathia amp; Michele, gracias por vuestro constante apoyo y aliento.
Jamás habría logrado que mi sueño se hiciera realidad sin mi maravillosa agente Kimberly Whalen, que trabajó veinticinco horas al día para ensamblar el conjunto… Gracias por haber apostado por mí.
Y, desde luego, debo dar las gracias a mi marido, Dan, y a mis hijos por haber soportado mis largas sesiones de escritura hasta tarde por la noche, las cenas rápidas y el desorden en casa. Vosotros sois mi motivación. Os amo.