Matilde se sentó en un sillón a escuchar las oraciones, envuelta en el aroma a incienso que se quemaba, y en el arrullo de los cantos del Corán, se quedó dormida. EN EL NOMBRE DE DIOS, EL CLEMENTE, EL MISERICORDIOSO.

«¡Paz!, ella dura hasta que sube la Aurora.» «Me refugio en el señor del Alba, ante el daño de lo que creó, ante el daño de la oscuridad.» «Quien te detesta es el mutilado.»

Estela y Estanislao se retiraron entonces a su dormitorio y Federico y Andrea se fueron a descansar a los sofás del salón. EN EL NOMBRE DE DIOS, EL CLEMENTE, EL MISERICORDIOSO. «¡Por el cielo y el astro nocturno! ¿Qué te hará entender qué es el astro nocturno?» «¡No toquéis a la camella de Dios, ni a su leche!» Ulises se acercó a Matilde, y tú le seguiste. EN EL NOMBRE DE DIOS, EL CLEMENTE, EL MISERICORDIOSO. Fue él quien la despertó con suavidad:

—Es mejor que subas y te eches un rato. Ya puedes descansar, la están velando.

Y tú la acompañaste a vuestra habitación.

—Voy a dejarte, Adrián —te dijo mientras subía las escaleras apoyada en tu brazo.

—¿Qué?

—Que voy a dejarte.

—Estás cansada. Ahora descansa.

—Voy a dejarte —repitió cuando se quitaba las sandalias.

—Descansa —volviste a decir. Te acostaste a su lado y te quedaste dormido.

Fue la última vez que dormiste junto a ella. Matilde se despertó a las pocas horas y bajó a la biblioteca. Tú continuaste durmiendo todo el día. Despertaste al anochecer, desorientado. Los suras del Corán que subían hasta tus oídos te dijeron que no había sido un sueño. «Somos de Dios y a Dios volveremos.» EN EL NOMBRE DE DIOS, EL CLEMENTE, EL MISERICORDIOSO. «El golpe. ¿Qué es el golpe? ¿Qué te hará entender lo que es el golpe? Es el día en que los hombres estarán como mariposas desorientadas...» EN EL NOMBRE DE DIOS, EL CLEMENTE, EL MISERICORDIOSO. «La rivalidad os distrae hasta el punto de que visitáis los cementerios. ¡No! ¡Pronto sabréis! Luego. ¡No! ¡Pronto sabréis! ¡Si supieseis la ciencia con certeza! ¡Veréis el infierno! ¡Lo veréis con el ojo de la certeza! En ese día se os interrogará sobre la felicidad.»