– No sé si podré esperar una hora. -Nada deseaba más que llevarse a Quinn a la cama. Ya.
Él sonrió.
– Creo que podremos escabullirnos en unos diez minutos.
– Te tomaré la palabra.
Y eso hizo.
– No sé si podré esperar una hora. -Nada deseaba más que llevarse a Quinn a la cama. Ya.
Él sonrió.
– Creo que podremos escabullirnos en unos diez minutos.
– Te tomaré la palabra.
Y eso hizo.