Querido Alex:

Gracias por venir a la fiesta de cumpleaños de mamá y gracias también por mi regalo. Estaba muy triste antes de que vinieras, pero me parece que la pusiste más contenta. Te dejo porque la maestra me está mirando.

Katie

Querida Katie:

Gracias por la carta. Espero que no tuvieras problemas en el colegio por escribirme. Me alegra que te gustara el regalo. Saluda a Toby de mi parte y dile que no tardaré en mandarle la ropa de béisbol.

¿Cómo está mamá? ¿Qué tal va todo por casa? ¿Sabes qué es un Skye, por casualidad?

Besos,

Alex

De: Alex

Para: Rosie

Asunto: Mi carta

No mandé la carta por correo. La dejé en la mesa de la cocina de tu casa justo antes de salir para el aeropuerto. ¿No la viste?

Querido Alex:

Toby está muy emocionado con el material de béisbol. Las cosas parece que vuelven a ser normales. Ahora Greg sólo duerme en el cuarto de invitados algunas noches. Mamá dice que es porque ronca. Sé que no es verdad, porque Toby y yo pusimos una grabadora en el cuarto y no ronca. ¡Aunque habla en sueños! Dijo: «¡No enviéis los caballos al arco iris!». De verdad, lo tengo en una cinta.

Parece que todo va bien, pero no como antes. Era mejor cuando estabas tú. Ahora prefiero quedarme en casa de Toby. Por cierto, una Skye es una chocolatina. Es la favorita de mamá. Le encantan. Dice que le encantaría un régimen a base de Skyes todo el día. El otro día dijo que estaba enamorada de una Skye y se puso a darle besos y a reír.

¿Por qué quieres saberlo? ¿Tú también quieres una? Si quieres te la puedo mandar por correo si en América no hay. Ya lo hice una vez cuando fui de vacaciones a Inglaterra y le mandé una chocolatina por correo a Toby porque nos las vendían aquí y cuando la recibió estaba derretida y pegada al papel. No pudo leer mi carta, pero me alegré porque lo añoraba cuando estaba fuera y le escribí tonterías y me daba vergüenza.

¿Te mando la chocolatina entonces? Mamá dice que no puede vivir sin su Skye. Está turulata.

Besos, Katie

De: Alex

Para: Rosie

Asunto: Mi carta

Hola, Rosie. Es importante que hable contigo ahora mismo. Es sobre la carta. Escribí cosas muy importantes y me encantaría que las leyeras. Por favor, intenta encontrarla.

De: Rosie

Para: Alex

Asunto: Tu carta

Hola, Alex. Ayer registré la casa de arriba abajo al llegar del trabajo. Ni rastro. ¿Va todo bien? ¿No puedes contarme por e-mail lo que ponía?

De: Alex

Para: Rosie

Asunto: Mi carta

Dios santo. Rosie, te llamo en cinco minutos.

De: Rosie

Para: Alex

Asunto: Tu carta

¡Alex! ¡No puedes llamarme al trabajo, me despedirán! ¿De qué va todo esto?

De: Alex

Para: Rosie

Asunto: Mi carta

¡Pues finge que hablas con un cliente, Rosie! Hablo en serio, ponte al teléfono.

De: Rosie

Para: Alex

Asunto: Tu carta

Espera un momento, Greg está on-line. Antes de que te dé un infarto, veré si ha visto la carta.

De: Alex

Para: Rosie

Asunto: Mi carta

¡No le preguntes a él, maldita sea!

Tiene un mensaje instantáneo de: ROSIE

Rosie: Greg, ¿has visto una carta dirigida a mí en la mesa de la cocina?

Greg: ¿Una carta? No, creo que sólo había la factura de tú móvil y la de la compañía eléctrica.

Rosie: No, no me refiero a esta mañana. Me refiero a hace dos semanas, el fin de semana de mi cumpleaños.

Greg: Pero Rosie, si me echaste de casa ese fin de semana. Dormí en el sofá del piso de Teddy, ¿recuerdas?

Rosie: Vaya, pobrecito. Claro que me acuerdo, joder. Pensé que igual te gustaba, teniendo en cuenta que llevas un tiempo durmiendo en casa de otros. No soy imbécil, Greg. Ay, perdona, olvidaba que tú crees que lo soy.

Greg: Cariño, yo…

Rosie: Ni cariño ni hostias. ¿Viste la maldita carta o no? El lunes fuiste a casa justo después de que se marchara Alex.

Greg: No, sinceramente. No la vi.

Rosie: Vaya, me sobran motivos para no creerte, Don Sinceramente.

Greg: Oye, Rosie, no saldremos adelante si no me perdonas y aprendes a confiar en mí otra vez.

Rosie: Anda, métete tu puñetero perdón por el culo. No tengo tiempo para otra de tus charlas. Esto es muy simple. Tengo a Alex esperando on-line. Dejó una carta para mí. Quiere saber si alguno de nosotros la encontró. Así que te lo pregunto por última vez, Greg, ¿viste esa carta o no?

Greg: No, te prometo que no la vi.

De: Bill Lake

Para: Rosie Dunne

Asunto: E-mails personales

Espero que los e-mails que has estado mandando durante la última media hora sean de trabajo, Rosie. Está a punto de llegar un grupo de ochenta personas que participan en el congreso de este fin de semana en la Sala De Valera. Tienes mucho que hacer, Rosie.

De: Rosie

Para: Alex

Asunto: Tu carta

Alex, Greg no vio la carta. A lo mejor puedes escribirme otra o llamarme más tarde, cuando esté en casa, y no ahora: el Gran Hermano me está vigilando con esa maldita cámara de seguridad que me apunta de pleno. Y ahora dejadme en paz los dos, antes de que me despidan.

De: Greg

Para: Alex

Asunto: ¿Tu carta?

Me han dicho que estabas on-line así que espero pillarte a tiempo. Resulta que me tropecé con algo que creo que andas buscando. Te agradecería que dejaras de enviar cartas de amor a mi esposa. Según parece has olvidado que es una mujer casada. Y está casada conmigo, Alex.

Rosie y yo hemos tenido problemas igual que todos los matrimonios, pero estamos dispuestos a dejarlos atrás y darnos otra oportunidad. Debes comprender que ninguna de tus cartas va a cambiar esto. Tú mismo lo dijiste: tuviste tu ocasión y la dejaste escapar.

Seamos realistas un momento, Alex. Tú y Rosie tenéis treinta años. Os conocéis desde que teníais cinco. ¿No crees que si tenía que ocurrir algo entre vosotros, a estas alturas ya habría ocurrido? Piénsalo. No está interesada.

No quiero saber nada más de ti. Si pones un pie en mi casa, será un placer demostrarte lo mal recibido que eres. Para ahorrarte el bochorno, no volveré a hablar del contenido de tu carta. Y, por cierto, te equivocas. Estoy muy satisfecho de que Rosie sea mi esposa. Es una mujer maravillosa, cariñosa, afectuosa y generosa, y estoy muy contento de que sea la mujer que decidió pasar el resto de su vida conmigo. Así que puedes seguir mirando su espalda alejándose hacia el altar porque no se dará la vuelta.

De: Alex

Para: Greg

Asunto: Rosie

¿Piensas que tu ridícula intentona de ahuyentarme dará resultado? Eres un hombrecillo patético. Rosie sabe pensar por sí misma y no necesita que tomes decisiones por ella.

De: Greg

Para: Alex

Asunto: Re: Rosie

¿Y qué piensas hacer si dice que sí, Alex? ¿Qué piensas hacer? ¿Mudarte a Dublín? ¿Separarte de Josh? ¿Contar con que Rosie desarraigue a Katie, abandone un trabajo que adora y se traslade a Boston? Piensa, Alex.

Ha recibido un mensaje de: ALEX

Alex: No recibió la carta, Phil.

Phil: Vete al infierno, Alex. Te dije que no se lo contaras en una maldita carta. Tendrías que habérselo dicho de viva voz. No entiendo por qué no usas la boca como el resto de los mortales.

Alex: Greg encontró la carta.

Phil: ¿El marido idiota? Pensaba que habían roto.

Alex: Es obvio que no. Pero eso no cambia nada, Phil. La sigo queriendo.

Phil: Ya, pero ella sigue casada, ¿no? No te gustará lo que voy a decirte, Alex, y sólo es mi opinión, y Dios sabe que nunca aceptas consejos de nadie, pero yo no tocaría a la mujer de otro hombre. Es cuanto tengo que decir.

Alex: ¡Pero si es un gilipollas, Phil!

Phil: Y tú también, pero eres mi hermano y te quiero.

Alex: Hablo en serio. Ese tío la engañaba con otra. No le conviene lo más mínimo.

Phil: Tal vez, pero la diferencia entre ahora y antes es que ahora Rosie sabe que la engañaba. Sabe que es un gilipollas. Pero sigue con él. Debe de quererle de verdad, Alex. Yo en tu lugar me retiraría. Sólo es mi opinión, pero me retiraría.

Alex: No estoy de acuerdo, Phil.

Phil: ¡Cojonudo! Eres dueño de ti mismo. Haz lo que gustes. Me consta que quieres lo mejor para Rosie, pero estás siendo un poco egoísta. Míralo desde el punto de vista de Rosie. Acaba de descubrir que el gilipollas de su marido la engañaba con otra; tiene que haber sido duro, pero por alguna razón ha decidido resolver la situación y seguir con él. Entonces, justo cuando se está haciendo a la idea, llegas tú tan campante, el amigo íntimo de la brillante armadura, proclamando su amor por ella. ¿Te has propuesto acabar de confundir a esa pobre mujer? Oye, si su matrimonio es un desastre, es un desastre y dentro de unos meses se terminará y Rosie irá en tu busca. No te conviertas en el cabrón que intenta romper su matrimonio. Nunca te lo perdonará.

Alex: ¿Opinas que debo dejar que caiga por su propio peso? ¿Dejar que venga en mi busca cuando esté lista?

Phil: Algo así. Estoy pensando en empezar un programa de esos de la tele. Ya sabes, uno de esos de consejos.

Alex: Me tendrías en el plató todas las semanas, Phil. Gracias.

Phil: No hay de qué. Y ahora, mientras le pones un corazón nuevo a un paciente, voy a ponerle un motor nuevo a un coche. Corta el rollo y haz lo que tengas que hacer.

ALEX se ha desconectado.

Capítulo 21

De: Rosie

Para: Alex

Asunto: ¿Carta?

Alex, he registrado de arriba abajo la cocina buscando tu carta, he buscado hasta en el último rincón de la casa y Katie y Greg juran que no le han puesto un dedo encima, así que no sé dónde más podría estar. ¿Seguro que la dejaste aquí? Íbamos con tanta prisa para llevarte al aeropuerto aquella mañana que a lo mejor te olvidaste. He registrado el cuarto de invitados donde dormiste. Sólo he encontrado una camiseta ¡pero ahora es mía y no la vas a recuperar!

¿Qué decía esa carta? Ayer no me llamaste cuando salí del trabajo. ¡De verdad que me tienes en ascuas, Alex!