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CARTA X. LA RUEDA DELA FORTUNA.

Caminé adelante, absorto en un profundo pensamiento, intentando entender la visión del Ángel. Y repentinamente, cuando levanté mi cabeza, vi en la mitad del cielo un círculo enorme que giraba cubierto con letras y símbolos Kabalísticos. El círculo giraba con terrible velocidad y alrededor de él descendían y se elevaban, orbitando, las figuras simbólicas de la serpiente y del perro, sobre este estaba sentada una quieta esfinge.

En las nubes, en las cuatro esquinas del cielo, vi los cuatro seres apocalípticos, uno con la cara de un león, otro con la cara de un ángel, el tercero con la cara de un águila, y el cuarto con la cara de a toro. Y cada uno de ellos leyó un libro abierto.

Y oí las voces de las bestias de Zaratustra:-

"Todos van, todos regresan," – la rueda de la vida siempre gira. Todos mueren, todos florecen nuevamente, – el año de la existencia funciona eternamente.

"Todos fallecen, todos viven nuevamente, la misma casa de la existencia está siempre construyéndose. Todos se separan, todos se encuentran nuevamente, el anillo de la existencia es siempre verdadero en sí mismo.

"La existencia comienza en cada momento. Alrededor de cada uno "aquí" rueda "allí". El centro está por todas partes. La forma de la eternidad es una curva".