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— їAъn nos ve como al enemigo? — preguntу la princesa con curiosidad.

— Oh, dejй de considerarlos asн incluso antes de que terminara la guerra. No eran mбs que una colecciуn de vнctimas.

— Tiene usted unos ojos penetrantes, seсora Vorkosigan. — La princesa tomу un sorbo de tй y sonriу dentro de la taza. Cordelia parpadeу.

— La Residencia Vorkosigan suele tener una atmуsfera de cuartel cuando el conde Piotr reside allн — comentу -. Todos esos hombres de librea. Creo que he visto a un par de criadas barriendo por algъn rincуn, pero aъn no he hablado con ninguna. Un cuartel barrayarйs. En Beta mi servicio fue algo completamente distinto.

— Mixto — dijo Droushnakovi. їFue envidia lo que brillу en sus ojos? -. Hombres y mujeres sirviendo por igual.

— Los puestos se otorgan tras una prueba de aptitud — le explicу Cordelia -. Estrictamente. Por supuesto, las tareas que requieren un mayor esfuerzo fнsico son i asignadas a los hombres, pero no parecen estar tan obsesionados con las categorнas.

— Existe el respeto — suspirу Droushnakovi.

— Bueno, si las personas arriesgan la vida por su comunidad, es lуgico que sean respetadas — seсalу Cordelia con calma -. Supongo que echo de menos a mis compaсeras oficiales. Las mujeres inteligentes, las tйcnicas, mi grupo de amigas allб en casa. — Allн estaba esa palabra tramposa otra vez -. Con tantos hombres inteligentes como los que tienen aquн, deben de haber tambiйn mujeres brillantes en alguna parte. їDуnde se esconden?

Cordelia cerrу la boca, ya que de pronto se le ocurriу pensar que Kareen podнa interpretar sus palabras como un insulto. Aunque agregar «exceptuando las presentes» sin duda la dejarнa en peor posiciуn.

No obstante si Kareen la interpretу de esa manera, no lo demostrу, y el regreso de Aral e Illyan rescatу a Cordelia de la posibilidad de cometer otras torpezas. Los tres se despidieron amablemente y regresaron a la Residencia Vorkosigan.

— El capitбn Negri ha asignado a la seсorita Droushnakovi para que se encargue de la seguridad personal de la regente consorte — les explicу Illyan brevemente. Aral asintiу con un gesto.

Mбs tarde, Droushnakovi entregу a Cordelia una nota sellada. Alzando las cejas, Cordelia la abriу. La letra era pequeсa y clara, la firma legible y sin rъbrica.

Con mis saludos, decнa. Ella sabrб servirla bien. Kareen.

Esa noche el comandante Illyan se presentу en la Residencia Vorkosigan seguido por Droushnakovi. Aferrada a una gran maleta, la joven mirу a su alrededor con los ojos brillantes de interйs.