He levantado la mirada del papel -el mismo tipo de papel grueso y áspero en el que los staurofílakes nos entregaban las pistas para las pruebas- y he mirado interrogativamente a Farag.
– ¡Pues sí que tiene interés sea quien sea! -he observado, muy extrañada-. ¿Quién será el nuevo…? ¿Ufa, Teodros, Candace…?
– Mira la firma -me ha dicho Farag, tartamudeando, con los ojos abiertos de par en par y una sonrisita burlona en los labios.
La carta del capitán Glauser-Róist, escrita por el capitán Glauser-Róist y con el nombre del capitán Glauser-Róist en el sobre, iba firmada por Catón CCLVIII.