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Tuvo la sensación de que Eddie O'Hare la estaba alabando en exceso. Dijo algo sobre su tan conocida afirmación de que no utilizaba elementos autobiográficos en sus obras. Pero Eddie seguía atascado en la primera novela de Ruth Cole. ¡Aquélla era la presentación más larga de una obra literaria que se había hecho jamás! Cuando le tocara el turno, el público estaría profundamente dormido

Hannah Grant había aconsejado a Ruth que abandonara su actitud despectiva hacia la narración autobiográfica

– ¿Acaso yo no soy autobiográfica? -le preguntó Hannah-. ¡Siempre escribes acerca de mí!

– Puede que tome prestadas cosas de tus experiencias, Hannah -replicó Ruth-. Al fin y al cabo, has tenido más experiencias que yo. Pero te aseguro que no escribo sobre ti. Invento mis personajes y sus historias

– Me inventas una y otra vez -arguyó Hannah-. Puede que sea tu versión de mí, pero soy yo, siempre yo. Eres más autobiográfica de lo que crees, nena

Ruth detestaba el uso que su amiga hacía de la palabra "nena"

Hannah era periodista y daba por sentado que todas las novelas eran básicamente autobiográficas. Ruth era novelista, y al examinar sus libros veía lo que había inventado. En cambio, Hannah veía lo que era real, a saber, las diferentes variaciones de sí misma. (La verdad, por supuesto, radicaba en el término medio.)

En las novelas de Ruth solía aparecer una mujer aventurera, "el personaje Hannah", decía ésta, y siempre había otra mujer que se cohibía. Según Ruth, era el personaje menos audaz; según Hannah, la misma Ruth

La audacia de Hannah admiraba y, al mismo tiempo, consternaba a Ruth. Hannah, por su parte, tenía en alta estima a Ruth, lo cual no le impedía criticarla. Hannah respetaba el éxito de su amiga pero reducía su obra a una forma de escritura no creativa. Ruth era muy susceptible a las interpretaciones que hacía su amiga de los personajes novelescos de Ruth y de Hannah

En la segunda novela de Ruth, Antes de la caída de Saigón (1985), los personajes de Ruth y Hannah comparten una habitación en Middlebury durante la guerra de Vietnam. El personaje Hannah, que es la audacia personificada, hace un trato con su novio: se casará con él y tendrá un hijo, de manera que, cuando él se gradúe y expire la prórroga del servicio militar, no tendrá que incorporarse a filas, por estar casado y ser padre. La mujer insiste en que le prometa que, si el matrimonio no va bien, se divorciará de ella… de acuerdo con sus condiciones, que consisten en que ella tendrá la custodia del niño y él pagará su manutención. El problema es que no consigue quedar embarazada

– ¿Cómo te atreves a llamarla "el personaje Hannah"? -preguntaba Ruth a su amiga con frecuencia-. ¡Has pasado por la universidad procurando no quedar preñada pero sin poder evitar quedarte preñada a cada momento!

Pero Hannah decía que la "capacidad de correr riesgos" del personaje era totalmente suya

En la novela, la mujer que no puede quedarse embarazada (el personaje Hannah) hace un nuevo trato, esta vez con su compañera de habitación (el personaje Ruth). Hannah convence a Ruth para que se acueste con el novio de Hannah y se quede embarazada. El trato consiste en que la compañera de habitación (el personaje Ruth) se case con el novio de Hannah, a fin de lograr que no vaya a Vietnam. Una vez terminada la guerra (o cerrado el período de reclutamiento), la obediente compañera de habitación, que es virgen antes de esa terrible experiencia, se divorciará del muchacho, el cual se casará de inmediato con el personaje Hannah y juntos criarán al bebé de la compañera de habitación

El hecho de que Hannah se atreviera a llamar a la compañera de habitación virgen "el personaje Ruth" irritaba mucho a Ruth, quien no había perdido la virginidad durante sus estudios universitarios, ¡y mucho menos había quedado preñada del novio de Hannah! (Y Hannah Grant era la única amiga de Ruth que sabía cuándo perdió Ruth la virginidad, lo cual era otra historia.) Pero Hannah afirmaba que la "inquietud por la pérdida de su virginidad" de la compañera de habitación era sin duda alguna la de Ruth

Naturalmente, en la novela, el personaje de Ruth desprecia al novio de su compañera de habitación y está traumatizada por su único encuentro sexual. Por otro lado, el muchacho se enamora de la compañera de habitación de su novia y se niega a divorciarse de ella una vez finalizada la guerra de Vietnam

La caída de Saigón, en abril de 1975, es el telón de fondo del desenlace de la novela, cuando la compañera de habitación (quien accede a tener el bebé del novio de su amiga) se da cuenta de que no puede renunciar al niño. A pesar del odio que siente hacia el padre del bebé, acepta la custodia conjunta del niño cuando se divorcian. El personaje Hannah, que ha instigado la unión entre su novio y su amiga, pierde al novio y al bebé, por no mencionar la amistad con su ex compañera de habitación

Se trata de una farsa sexual, pero que tiene amargas consecuencias, y sus toques de comicidad están compensados por las desavenencias entre los personajes, los cuales constituyen un microcosmos que refleja cómo estaba dividido el país a causa de la guerra de Vietnam y, para los jóvenes de la generación de Ruth, por lo que debían hacer respecto al alistamiento. Un crítico dijo de la novela: "Es el peregrino punto de vista de una mujer sobre las artimañas para evitar el reclutamiento". Hannah le dijo a Ruth que se había acostado con aquel crítico en alguna que otra ocasión, y además conocía su caso particular con respecto a la escapatoria del reclutamiento. El hombre había aducido daños psicológicos por haber mantenido relaciones sexuales con su madre. Ésta confirmó la veracidad de tales relaciones. Al fin y al cabo, la idea del embuste había sido de ella. Y como resultado de haberse librado con éxito del servicio militar, y de semejante manera, el hombre acabó por tener relaciones sexuales con su madre

– Supongo que sabe distinguir un "punto de vista peregrino" cuando se tropieza con uno -comentó Ruth

A Hannah le irritaba que Ruth no despotricara contra las críticas negativas tan clamorosamente como lo hacía ella. "Las críticas son publicidad gratuita -le gustaba decir a Ruth-. Incluso las malas críticas."

Ruth había alcanzado talla y renombre internacionales. En los países europeos donde se traducían sus obras, se había creado tal expectación ante su tercera y más reciente novela que se publicaron dos traducciones simultáneamente a las ediciones británica y norteamericana

Con motivo de su lectura en la YMHA, Ruth estaba pasando el día en Nueva York. Había concedido varias entrevistas y aceptado cierta publicidad relacionada con la nueva obra. Luego pasaría un día y una noche en Sagaponack, con su padre, antes de partir hacia Alemania y la Feria del Libro de Fránkfort. (Después de Fránkfort y la promoción de la traducción alemana, viajaría a Amsterdam, donde acababa de salir a la luz la traducción holandesa.)

Ruth visitaba muy poco a su padre en Sagaponack, pero esperaba con ilusión la visita inminente. Sin duda jugarían un poco al squash en el granero y discutirían mucho de casi todo. También habría incluso un poco de descanso. Hannah había prometido acompañarla a Sagaponack. Siempre era mejor para Ruth no estar a solas con su padre. Con la presencia de algún amigo, aunque fuese uno de los infrecuentes y mal elegidos amigos de Ruth, era más fácil evitar que la discusión se desmandara