4. Que ésta es la letra de la aludida composición, la misma que debe ser entonada con la música de la universalmente conocida " La Raspa ":

HIMNO DE LAS VISITADORAS

Servir, servir, servir

Al Ejército de la Nación

Servir, servir, servir

Con mucha dedicación

Hacer felices a los soldaditos

– ¡Vuela volando, chuchupitas!-

Y a los sargentos y a los cabitos

Es nuestra honrosa obligación

Servir, servir, servir

Al Ejército de la Nación

Servir, servir, servir

Con mucha dedicación

Por eso vamos contentas y alegres

En los convoyes de nuestro Servicio

– sin pelearnos, sin meter vicio-con Chinito, Chuchupe o Chupon

Servir, servir, servir

Al Ejército de la Nación

Servir, servir, servir

Con mucha dedicación

En la tierra, en la hamaca, en la hierba

Del cuartel, campamento o solar

Damos besos, abrazos y afines

Cuando lo ordena el superior

Servir, servir, servir

Al Ejército de la Nación

Servir, servir, servir

Con mucha dedicación

Cruzamos selvas, ríos y cochas

Ni al otorongo, ni al puma ni al tigre

Tenemos ningún temor

Porque nos sobra patriotismo

Hacemos riquísimo el amor

Servir, servir, servir

Al Ejército de la Nación

Servir, servir, servir

Con mucha dedicación

Y ahora a callar visitadoras

Hay que partir a trabajar

Dalila nos está esperando

Y Eva loquita por zarpar

Adiós, adiós, adiós

Chinito, Chuchupe y Chupón

Adiós, adiós, adiós

Señor Pantaleón

Dios guarde a Usted.

Firmado:

capitán RP (Intendencia) PANTALEÓN PANTOJA

C.C. al general Roger Scavino, Comandante en Jefe de la V. Región (Amazonía).

ANOTACIÓN:

Comuníquese al capitán Pantoja que la Administración, Intendencia y Servicios Varios del Ejército, ratifica sólo provisionalmente su decisión de reconocer el Himno de las Visitadoras concebido por el personal femenino del SVGPFA, pues hubiera preferido que dicha letra fuera coreada con música de alguna canción del rico acervo folklórico patrio, en vez de utilizar una melodía foránea como es " La Raspa ”: sugerencia que deberá ser tomada en cuenta en el porvenir.

Firmado:

general FELIPE COLLAZOS,

Jefe de Administración, Intendencia y Servicios

Varios del Ejército.

Mensaje radial en clave del alférez EP Alberto Santana, jefe del Puesto de Horcones (sobre el

río Napo), captado en el Campamento Militar Vargas Guerra de Iquitos y transmitido al destinatario (c.c. a la Comandancia de la V Región, Amazonía).

Ruego comunicar al capitán EP (Intendencia) Pantaleón Pantoja, jefe del Servicio de Visitadoras para Guarniciones, Puestos de Frontera y Afines, el siguiente mensaje:

1. En mi nombre y en el de los suboficiales, clases y soldados del Puesto de Horcones, le hago llegar nuestra más sincera felicitación por el nacimiento de su hijita Gladys y nuestros votos por la felicidad y muchos éxitos en la vida de la flamante heredera, siendo la causa de lo tardío de esta congratulación el habernos enterado del venturoso suceso sólo ayer, con motivo de la llegada a Horcones del convoy SVGPFA número 11.

2. Asimismo, en mi nombre y en el de todos los soldados a mi mando le participo nuestra solidaridad más fraternal y nuestra repulsa y decidida condena por las pérfidas insinuaciones y viborescas sugerencias que contra el Servicio de Visitadoras viene haciendo desde hace algún tiempo el programa La Voz del Sinchi, de Radio Amazonas, el mismo que, en prueba de nuestra indignación, ya no se escuchará más en el Puesto de Horcones, radiándose ahora a la tropa por el altavoz la emisión Música y Cantos del Ayer de Radio Nacional.

Muy agradecido,

Alférez EP ALBERTO SANTANA,

jefe del Puesto de Horcones (sobre el río Napo)

Oficio del jefe de la Guarnición de Borja, coronel EP Peter Casahuanqui, al Servicio de Visitadoras para Guarniciones, Puestos de Fronteras y Afines.

Borja, 1 de octubre de 1957

El coronel EP Peter Casahuanqui, jefe de la Guarnición de Borja, lamenta tener que comunicar al SVGPFA que, durante la permanencia en esta unidad del convoy número 25, presidido por el sujeto apodado Chupito e integrado por las visitadoras Coca, Peludita, Flor y Maclovia, permanencia que debió prolongarse ocho días debido a la inclemencia del tiempo que impedía despegar al hidroavión Dalila de las aguas del Marañón, se han registrado algunos incidentes que a continuación pormenoriza:

1. A fin de impedir que al terminar las prestaciones (efectuadas con normalidad el día de la llegada del convoy) las visitadoras tuvieran contactos extra reglamentarios con la tropa, se las acuarteló a todas en la sala de suboficiales debidamente acondicionada para ello. Gracias a una oportuna denuncia, esta jefatura fue informada que el piloto de Dalila, alias Loco, preparaba un ilícito negocio, ya que había propuesto a los suboficiales de Borja, prestaciones de las visitadoras mencionadas, a cambio de dinero. Sorprendidos en plena operación en horas de la noche, tres suboficiales de la unidad recibieron castigos de rigor, el sujeto apodado Loco quedo encerrado en el calabozo hasta la partida del convoy y las visitadoras fueron amonestadas.

2. Al tercer día de la estancia del convoy en la Guarnición de Borja, pese a la severa vigilancia tendida en torno al emplazamiento donde se hallaba concentrado, se registró la fuga conjunta de la visitadora Maclovia y del jefe de la guardia encargada de la protección del convoy, sargento primero Teófilo Gualino. Inmediatamente se tomaron las disposiciones necesarias para la persecución y captura de los prófugos, quienes, se descubrió, habían huído apoderándose delictuosamente de un deslizador de la Guarnición.

Luego de dos días de intensas búsquedas, los fugitivos fueron hallados en la localidad de Santa María de Nieva, donde habían recibido protección y amparo en un refugio clandestino de los Hermanos del Arca, después de atravesar milagrosamente, teniendo en cuenta el tiempo reinante y lo embravecido del río (por intercesión divina del niño mártir de Moronacocha, según creencia ingenua de la pareja) los Pongos del Marañón. El refugio de los fanáticos del Arca fue denunciado a la Guardia Civil, la que procedió a efectuar una redada, por desgracia sin éxito, pues los hermanos y hermanas consiguieron internarse en el monte. Los desertores de Borja, en cambio, sí fueron detenidos, pretendiendo al principio oponer resistencia, pero el grupo de caza, al mando del alférez Camilo Bohórquez Rojas, los redujo fácilmente. Se comprobó entonces, por documentos decomisados a los interfectos, que ese mismo día en la mañana habían contraído matrimonio, ante el Teniente Gobernador de Santa María de Nieva, por lo civil, y ante el capellán de la Misión por lo religioso. El sargento primero Teófilo Gualino ha sido despojado de todos sus grados retrocedido a la condición de soldado raso, castigado con ciento veinte días de calabozo a pan y agua, y consignada su reprobable acción en su foja de servicios con la calificación "falta gravísima". En cuanto a la visitadora Maclovia, es devuelta al centro logístico para que el SVGPFA le imponga la sanción que crea Justa.